lunes, 26 de diciembre de 2011

ACASO (ANTONIO MACHADO)


Como atento no más a mi quimera

No reparaba en torno mío, un día

Me sorprendió la fértil primavera

Que en todo el ancho campo sonreía. 



Brotaban verdes hojas

De las hinchadas yemas del ramaje,

Y flores amarillas, blancas, rojas,

Alegraban la mancha del paisaje. 



Y era una lluvia de saetas de oro,

El sol sobre las frondas juveniles;

Del amplio río en el caudal sonoro

Se miraban los álamos gentiles. 



Tras de tanto camino es la primera

Vez que miro brotar la primavera,

Dije, y después, declamatoriamente: 



-¡Cuán tarde ya para la dicha mía!-

Y luego, al caminar, como quien siente

Alas de otra ilusión: -Y todavía

¡Yo alcanzaré mi juventud un día!

1 comentario:

  1. La sentimentalidad de Machado:Siempre conmueve.
    La última estrofa es una apuesta a la esperanza.
    Un abrazo.

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